Llevamos camino de convertirnos en las Vegas. Cuándo España entra en Europa nos reservan ser un país de servicios. Turismo, juego, ocio, sol, hoteles, playa... Nos hubiese gustado ser un país con una agricultura mas desarrollada y una industria potente, además del turismo.
Dentro de este apartado que nos adjudican está el juego.
Nos puede dar un buen susto a las nuevas generaciones. Estas viendo fútbol y te están metiendo las apuestas.
Los salones de juegos crecen como setas en un invierno lluvioso. Si no se controla esto, y es difícil por ser un lucrativo negocio, tendremos ludópatas en cada casa.
"No es cuestión de concienciación hay que poner límites a este vicio insano"
01 de Marzo de 2019 - 11:57:37