La Policía Local impone tres denuncias a un comercio que presuntamente prestaba sus servicios de peluquería canina a puerta cerrada. Las denunciadas por participar en la prestación de un servicio no permitido por el estado de alarma se enfrentan a importes que van de los 601 euros a los 30.000.

La Policía Local ha denunciado a un comercio de peluquería canina que al parecer estaba prestando su servicio a puerta cerrada en el interior del mismo. Fueron los vecinos quienes alertaron a la policía de que se estaba realizando este tipo de servicio que no está permitido por el real decreto que regula el estado de alarma.

Al personarse los agentes en el comercio comprobaron que estaban cortando el pelo a un can y que lo intentaban hacer con comportamientos orientados a ocultar el trabajo. Los hechos derivaron finalmente en 3 denuncias, en base a lo establecido en la Ley Protección de la Seguridad Ciudadana.

La primera de ellas a la autora y dueña del comercio, la segunda a un familiar de ésta que en el momento de la inspección policial se personó para llevarle, según manifestó "unas cosas" y, la tercera, a la que no siendo dueña del perro fue a recogerlo una vez que había terminado con el corte de pelo y aseo del mismo.

Se apunta a que la última denunciada, no siendo dueña del perro, había ido al comercio por indicación de la dueña que, según manifestó, era una persona mayor que estaba cuidando. Este tipo de comportamientos y, en concreto, la última denunciada que estando encargada del cuidado de una persona mayor y sale a la calle a cortar el pelo a un perro para volver al domicilio donde cuida de una persona vulnerable, son los que más llaman la atención y más desasosiego producen por cuanto el riesgo se multiplica innecesariamente y de una forma exponencial entre todos los que interactúan.

Las denunciadas se enfrentan a posibles multas importes que van de los 601 euros a los 30.000. Será la Delegación de Gobierno la que a la vista de los hechos y circunstancias concurrentes tipifique el importe.