Las procesiones de Semana Santa están suspendidas pero el Cabildo va a desarrollar la presentación del cartel y la elaboración del programa anual. También se podrían celebrar algunos actos litúrgicos que estuviesen permitidos por las autoridades sanitarias.

La imagen de la Burrica que preside la procesión del Domingo de Ramos será la protagonista del cartel de una Semana Santa que no contará con procesiones ni desfiles por la calle, tampoco contará con un programa cultural en Cuaresma. Solo se podrían realizar los actos litúrgicos en el interior de las parroquias y respetando las medidas de higiene y seguridad.

Una de las mayores preocupaciones es el estado de las cofradías, que van a vivir su tercer año sin desfilar. Desde el Cabildo confían en que cuando se reanuden los ciudadanos vuelvan a apostar por la Semana Santa, aunque hay cierta inquietud por la sostenibilidad económica de estas agrupaciones tras tres dos años sin procesiones.

La preocupación es aún mayor con las bandas de música locales. Las medidas sanitarias impiden que se puedan reunir y este vacío de ensayos podría hacer que algunas pudiesen desaparecer en los próximos años.

Desde el Cabildo trabajan para poder reabrir el Museo de la Semana Santa y para realizar alguna actividad que se pudiese hacer de cara a esta celebración. El pregón también está suspendido y se pretende elaborar la revista-programa como en otras ocasiones.