La vacunación al inicio del año en las residencias está haciendo que las medidas para recibir visitas se hayan relajado y los residentes puedan tener más contacto con sus familiares. En San Isidro además se recuperan del brote que padecieron en febrero que terminó con 15 fallecidos.

Pueden recibir visitas de varias personas e incluso con un pequeño contacto físico con sus familiares. Salud ha permitido un relajamiento en los protocolos de las residencias para permitirles un mayor contacto social no solo con el exterior, sino también entre los propios usuarios.

El relajamiento de las medidas se debe a la disminución del riesgo por la vacunación, que también está haciendo que puedan realizar un mayor número de actividades con los técnicos y se haya recuperado la sesiones grupales entre los propios residentes.

Estas medidas se mantendrán mientras la incidencia acumulada en la ciudad sea menor a 250 casos en 14 días y 150 por cada 100.000 habitantes en 7 días. Una situación que está siendo especialmente positiva para recuperar el ánimo tanto para las personas mayores como para sus propios familiares.

La residencia de San Isidro sufrió un brote al inicio de este año que terminó con más de 15 fallecidos y en el que tuvieron que aplicar medidas contundentes para frenar la cadena de contagios. Unas actuaciones que gracias a la vacunación han servido para que los mayores puedan recuperar parte de la normalidad de antes de la pandemia.