El Yeclano Deportivo consumó matemáticamente lo que era un secreto a voces: que era el mejor equipo de la liga y que la Tercera se le queda pequeña para su espectacular afición. En una buena movilización de casi tres mil espectadores en La Constitución, los de Adrián Hernández no lo tuvieron fácil ante un Caravaca que vendió muy cara su derrota, y al que vencieron por la mínima.

Realmente, se comenzó a ganar el partido con el mosaico inicial. Y es que acudieron no pocos aficionados que hacía como mínimo un par de años que no pisaban La Constitución. Y además, fueron con ganas de disfrutar. De hacer de este vetusto campo un lugar especial, identitario y que una a todo un pueblo. Una filosofía ya imparable en una clara evolución respecto a aquellas gradas oscuras, con una edad media muy alta, criterio nostálgico y crítica facilona.

El partido fue intenso pero sin durezas. El típico encuentro donde el vértigo del alirón provoca un poco de temblor de piernas y juega alguna mala pasada al campeón. Problemillas que se visualizaron de forma más evidente ante el trabajo físico y táctico de un rival que ascendió casi de sorpresa el año pasado, que venía de ser uno de los más destacados desde diciembre y que aspiraba a consolidarse como uno de los fuertes.

Queriendo hacer las cosas bien, reiterando pases sencillos en zona templada, el Yeclano dominaba pero no entusiasmaba. Además, surgieron dudas que fueron a más tras una jugada de estrategia azulgrana mal sacada que provocó una contra en la que Renato disparó fuera. El jugador afincado en Molina de Segura, que llegó a jugar un play-off a 2ªA con el Yeclano, demostró buenas destrezas con balón pero no consiguió su objetivo de reventar la jornada en su vuelta a La Constitución.

No estaba siendo su mejor día, pero aun así el Yeclano iba a poner en valor la consistencia trabajada durante jornadas, y ese gen ganador desde que anunció su candidatura al título a mediados de febrero con el motín de Pinatar. El partido dependía de que el Yeclano materializara esa legitimidad estadística como máximo goleador y como menos goleado que esta temporada está desarrollando, yendo a todos los balones que tenía que ir. De hecho, los mayores ataques del Caravaca fueron precisamente contras provocadas por las indecisiones y errores locales. El árbitro no era precisamente casero, pero se puede decir que actuó con bastante neutralidad aunque pudo pitar un penalti casi en la línea de fondo.

Con lo embarullado del contexto y la semana de emociones vividas, al final el reto era ganar por un gol. Y éste llegó justo en el minuto donde se suele cantar aquello de "tenía cuatro años mi abuelo me llevó". Manu Costa, que llegó al equipo hace solo unos meses, al que se le ve calidad a raudales y que es de sobra conocido en la categoría, se encontró un balón dentro del área e introdujo lo tenía introducir: el gol. No hizo falta brillo, solo la autoridad del ganador.

Campeón de liga por vía rápida, y logrando el hito de ser el primer equipo de toda España en conseguir el ascenso a 2ªRFEF, el Yeclano Deportivo celebró por todo lo alto este alirón en una temporada en la que tanto el club como el entrenador asumían muchos riesgos en caso de errar en este nuevo ciclo y que el tiempo y la perspectiva dará la tremenda importancia de este trascendental cambio de tendencia. Con la experiencia de idas y venidas anteriores, con cuatro ascensos en los últimos 12 años y la madurez adquirida en los años de 2ªB, parece el momento perfecto para consolidar al equipo en la 2ªRFEF con perfiles de futbolistas muy variados, de una tremenda capacidad y con muchísimo recorrido. Todo ello bajo el liderazgo de un Adrián Hernández que evidencia capacidades para categorías superiores y que ya ha compuesto la sintonía emocional que requiere La Constitución para vivir el fútbol de la forma que le gusta sentir.

Foto: Jaime Garcia