La concejala de Hacienda, Sara Ortuño, ha explicado que la modificación responde a la necesidad de cubrir el aumento de los costes de los servicios públicos y el impacto de la inflación. En palabras de Sara Ortuño la actualización de la ordenanza no supone un gran impacto para los yeclanos, pero es necesaria para garantizar la viabilidad de los servicios públicos y el buen funcionamiento del municipio.
Además, ha destacado que esta subida se produce después de 20 años sin modificaciones en el impuesto y ha añadido que el aumento de los costes de los servicios y la subida salarial de los funcionarios han hecho que esta medida sea inevitable.

La reforma, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025, busca actualizar los tipos impositivos del IBI y modificar ciertas bonificaciones, especialmente para las familias numerosas y monoparentales.
La concejala de Hacienda ha indicado que los ciudadanos que domicilien el recibo del IBI obtendrán una bonificación del 5%, un porcentaje mayor de lo que supone la subida del impuesto.