Son dos personas mayores, la mujer sufre una enfermedad grave y el banco iba a desalojarlos de su vivienda. Una deuda de una antigua empresa ha hecho que la entidad financiera les reclame este inmueble que es su única casa. Esta familia solicita un alquiler social en los años que les resten de vida.

Prefieren mantener el anonimato porque, aseguran, ya han sufrido demasiado. Esta pareja de octogenarios lleva cinco años enfrentándose a un desahucio. La casa en la que viven fue puesta como aval para la empresa de él. Pero la crisis de 2008 se llevó el negocio por delante.

Desde entonces viven una situación angustiosa. Ella sufre una enfermedad grave y recibe cuidados paliativos. Lo único que piden es poder terminar sus días en esa vivienda. Quieren un alquiler social de su vivienda, ya que esta familia está catalogada como personas en situación de vulnerabilidad.

Este viernes iba a ser el día del deshaucio pero finalmente el banco ha decidido suspender el desalojo. La entidad mantiene que se va a abrir de nuevo un expediente de vulnerabilidad para estudiar la situación. El ayuntamiento admite la situación de desamparo de la pareja. Ellos solo quieren un alquiler social acorde con sus ingresos.

Por el momento esta pareja de octogenarios podrá continuar su vida en la vivienda a la espera de resolver su situación lo antes posible. Esperan que las negociaciones fructifiquien y que se llegue a un acuerdo con la entidad bancaria.