La operación arrancó durante un control rutinario, cuando los agentes interceptaron una furgoneta con nueve trabajadores a bordo, cuatro de ellos sin papeles. Este hallazgo destapó un entramado de contratación ilegal que operaba en explotaciones agrícolas de Villena y Pétrola.

Según fuentes policiales, la empresa vinculada a uno de los arrestados actuaba como subcontrata y empleaba a mano de obra extranjera sin contrato, sin alta en la Seguridad Social y sin los permisos correspondientes de residencia o trabajo.

Los agentes constataron que los empleados sufrían condiciones extremas: largas jornadas sin horario fijo, sueldos muy por debajo del mínimo legal, ausencia de cobertura médica y carencia total de derechos laborales.
Además, los traslados a los campos se realizaban en vehículos sobrecargados y conducidos en ocasiones por personas sin permiso de conducir, lo que suponía un grave riesgo para la seguridad de los trabajadores y de los demás conductores.
Tras varias inspecciones, la Policía Nacional confirmó la existencia de al menos once víctimas de explotación laboral y destapó una actividad empresarial organizada que anteponía el beneficio económico a los derechos humanos.

Los dos detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Guardia de Yecla mientras continúan las investigaciones judiciales.