El síndrome postvacacional es cada vez más prevalente en la población activa y se caracteriza por síntomas como apatía, irritabilidad, fatiga, falta de concentración y alteraciones del sueño. Su duración habitual oscila entre una y tres semanas. Sin embargo, si los síntomas persisten más allá de este periodo y se intensifican, podría evolucionar hacia un trastorno del estado de ánimo, como una depresión clínica, requiriendo intervención profesional. Hemos contactado con expertos que nos han explicado cómo identificar los síntomas.